El diseño de productos se centra en la concepción y desarrollo de artículos específicos, como dispositivos electrónicos, mobiliario, juguetes y herramientas. Su enfoque prioriza la estética, la funcionalidad y la experiencia de uso, buscando soluciones innovadoras para mejorar la interacción entre el producto y el usuario.
Por otro lado, el diseño industrial abarca un espectro más amplio, englobando no solo la creación de productos individuales, sino también la planificación y estructuración de sistemas de producción a gran escala. Esto implica considerar aspectos como la fabricación en serie, la ergonomía, la eficiencia de los procesos y la sostenibilidad, garantizando la viabilidad del producto en un entorno industrial.